Pagar un 5% no es una ley, es una costumbre en nuestro país y un convenio cultural común. No es un pecado mortal pagar más de un 5% al corredor, agente o asesor inmobiliario, que hace posible una compra/venta de un inmueble, lo mismo que no es descabellado pagar menos de un 5% si el valor del negocio es de volumen considerable, o la cantidad de unidades en venta, son numerosas.
El problema no es el porcentaje, lo común es que muchas veces, se desconoce el motivo y las funciones que tiene un corredor de bienes raíces, que generan la obligación de un pago de comisión.
En la República
Dominicana la comisión la debe pagar la persona que funge como propietario o
dueño del inmueble en venta, en otros países tanto el cliente comprador como el
propietario pagan la comisión del corredor. Eventualmente hay clientes
compradores que contratan corredores para buscar un inmueble específico y
contemplan una comisión por ese servicio, pero no es común.
Los corredores
que pertenecen a la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias del país
(AEI) rigen su política de comisión basada en el acuerdo de buena fe entre
corredor y propietario, que sugiere el Código de Ética de la AEI. Los
corredores que no son parte del gremio, se rigen por sus propias políticas
personales o corporativas.
La comisión es
el pago por un servicio. Un servicio que comienza desde que el agente
inmobiliario hace contacto con el propietario que desea vender, lo entrevista,
recolecta toda la documentación de propiedad del inmueble, visita el inmueble,
toma fotos o vídeos, coloca letreros de venta, realiza publicidad (a menudo
pagada), en ocasiones coloca el inmueble en plataformas digitales (pagadas),
dedica tiempo en la búsqueda de prospectos y clientes interesados, responde
preguntas y requerimientos de informaciones a inmensidad de personas, hace cita
con potenciales clientes, coordina visitas al inmueble y defiende a capa y
espada la calidad del inmueble en venta. Cuando se concreta interés con un
cliente, el corredor gestiona los aspectos legales (contratos, certificaciones,
etc.) necesarios. Coordina el encuentro final de firma de contrato y de entrega
de dinero por la forma de pago convenida, recomienda el uso de profesionales
asistentes, tales como agrimensor, ingenieros, arquitectos, abogados. Si el
cliente necesitará préstamo bancario, acompaña al cliente en la gestión del
préstamo hasta el desembolso.
Pero a la hora
de la hora, es común que propietarios o clientes compradores, encuentren que el
papel del corredor fue de poca trascendencia o no tiene el valor que alcance a
tener el valor de una comisión pactada. Sucede y ha sucedido de todo. A pesar
de acuerdo de captación o compromiso de comisión firmado por ambas partes.
Procure un
profesional asesor o agente inmobiliario para sus inversiones de compra o
decisiones de vender una propiedad, siempre firme un acuerdo de promoción de
venta asegurando comisión, estableciendo el precio de venta del inmueble y
teniendo un plazo para la venta. Mientras mejor es la comisión, más motivado
está el corredor. Si la venta se realizó por gestión del corredor, nunca
regatear o esconder la comisión, mermando su valor o aplazando por tiempo el
pago de la misma. Se firmó la venta, pague su comisión mismo día y en mismo
lugar. El corredor no invierte mucho dinero para vender un inmueble, pero
invierte lo más valioso de un ser humano, su tiempo y su calidad de vida.
Vender no es fácil.
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